AEGC ha denunciado de manera reiterada la falta de personal en la Guardia Civil. Una falta de medios personales que ahora se ven acentuados aún más por la situación de pandemia en la que nos encontramos que deja a la vista de todos una Guardia Civil sin efectivos para cubrir las necesidades de seguridad de la España rural. Crisis de personal que impide que tengan suficientes patrullas en la calle como la que están sufriendo los puestos de Carlasparra, Cehegin, Moratalla y Caravaca de la Cruz, pertenecientes a la Tercera Compañía de la Guardia Civil de Murcia. Una falta de efectivos que ha generado un problema de orden público con la llegada a su demarcación de cerca de 200 argelinos con síntomas de Covid-19.
Como ya es habitual en la Guardia Civil en un primer momento se ha dado una solución temporal al problema generado para lo cual se envió a una unidad de GRS de Zaragoza. Pero como toda solución temporal solo ha sido un parche y ahora que ya se va esta unidad de refuerzo la zona vuelve a tener el mismo problema de orden público ya que la plantilla de la Guardia Civil sigue siendo la misma y, por lo tanto, escasa. Los pocos agentes que tienen estos cuatro puestos que se tiene que concentrar en dar servicio en un hotel situado en el pantano del Cenajo donde han aislado a los inmigrantes y que, por tanto, deja al resto de demarcación sin apenas presencia policial. Agentes preocupados por su salud y desbordados por el trabajo, sin apenas patrullas en la calle para dar servicio de seguridad a los ciudadanos de su demarcación.
Además, como ha constatado AEGC, los agentes tienen otro problema: la falta de cobertura en la zona que ante cualquier problema de orden público en el pantano les dejaría sin la posibilidad de solicitar refuerzos. Por no mencionar lo que supondría que alguno de estos agentes terminara contagiado. De ocurrir esto supondría el cierre de cuatro puestos, toda la Compañía, quedando toda una comarca sin protección policial. Esto no sería la primera vez que ocurre en la Guardia Civil donde ya se han tenido que aislar puestos enteros por el contagio de los agentes.
AEGC ha insistido siempre en que la falta de personal en los puestos de la Guardia Civil no se soluciona con el envío temporal de unidades de refuerzo del GRS, porque esos compañeros son solo eso: una solución temporal, pero no arreglan el problema. Su ayuda siempre es bienvenida en esos momentos puntuales en los que el control del orden público puede verse desbordado, pero para el día a día es necesario contar con una plantilla suficiente que de un buen servicio al ciudadano y eso tan sólo se consigue cubriendo todas las vacantes y aumentando el número de efectivos si es necesario.