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La apuesta de la DGT para frenar la sangría de los accidentes de tráfico es un fracaso.

2022 cierra con 1.145 personas fallecidas, un 4% más que antes de la pandemia mientras la DGT sigue primando la instalación de radares frente a la labor preventiva de los agentes de la Agrupación de Tráfico

Madrid 12 de enero de 2023


La Asociación Española de Guardias Civiles ha criticado y se ha mostrado contraria a la postura que desde la Dirección General de Tráfico se ha venido imponiendo en los últimos años: apostar por la máquina recaudadora, el Radar, olvidándose de los agentes de la Agrupación de Tráfico que llevan a cabo la labor más importante para evitar que siga creciendo la sangría de muertos en la carretera: la PREVENCIÓN. Una prevención que difícilmente se puede llevar a cabo con el número de agentes con los que se cuenta en la actualidad y en claro descenso ante la falta de atractivo de un destino que hasta hace bien poco era de los más demandados dentro de la Guardia Civil.


Un ejemplo de esta apuesta de la DGT por las cajas registradoras es la inversión que llevó a cabo el pasado año: 14 millones de euros para la adquisición de nuevos radares fijos y de tramo, con modernas tecnologías que los hacen más caros y, por su puesto, más eficaces a la hora de multar: trabajan 24 horas a destajo 365 días al año y garantizan que a final de año las arcas estatales habrán engordado. Eso sí en caso de accidente sus modernas tecnologías no acudirán en ayuda de los conductores. Eso lo hacen los guardias civiles de la Agrupación por la que no apuestan desde hace años ni la DGGC ni, por supuesto, la DGT empeñadas en dejar a la Agrupación de Tráfico en mínimos de personal sin valorar la encomiable labor que realizan los agentes. Esta apuesta por la multa pura y dura ha hecho que la agrupación haya perdido desde 2009 1.200 efectivos y no hay visos de que se vaya a recuperar porque en la actualidad tiene 1.500 vacantes sin cubrir de su plantilla sin que se preocupen por este problema porque las vacantes que se anuncian cada vez son menos. El origen de esta reducción de efectivos no sólo está en la merma de las plantillas de la Guardia Civil, en AEGC consideramos que está influyendo más la pérdida de atractivo de la especialidad, por eso donde antes muchos guardias quedaban fuera de las convocatorias porque la demanda era muy alta ahora no se llegan a completar. Y mientras tanto el número de siniestros, de muertos y heridos en nuestras carreteras sigue creciendo: 1.145 fallecidos el pasado año, un 4% más que antes de la pandemia. Ante estos datos el ministro del Interior, Grande-Marlaska ha asegurado que “debemos seguir trabajando para atajar las causas, reducir los fallecimientos y contribuir a concienciar a la ciudadanía sobre el drama de los siniestros del tráfico y sus dolorosas consecuencias” labor que deberían realizar precisamente los guardias civiles con su presencia en las carreteras pero que hacen cada vez menos porque no hay suficientes patrullas.


Desde AEGC esperamos que los negros datos del 2022 hagan reflexionar a los responsables de atajar este problema de seguridad vial que tiene España y reconsideren su decisión de dejar esta en “manos” de una máquina que será muy buena recaudando pero no ayuda en la PREVENCIÓN de accidentes o es que en la DGT o el ministerio desconocen que los conductores cuentan también con la tecnología suficiente como para saber dónde están situados los radares?. La Seguridad Vial no solo es sancionar y recaudar. Es prevenir, con nuestra presencia en las carreteras, los accidentes. Por eso desde AEGC sugerimos que la nueva partida que ya se ha aprobado para comprar más cajas recaudatorias se invierta en dotar a la Agrupación de más agentes, no pondrán tantas multas como un radar pero si evitaran más accidentes.
 

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